Comenzó todo con la definición de los finalistas del clausura 2008, Palestino y Colo-Colo, tras vencer a Rangers y Cobreloa respectivamente. La prensa nacional denominó esta final con el título de una historia de la Biblia, “David contra Goliat” que trata de un pequeño niño que desafiaba a un gigante, el cual lo vencía con solamente su honda y una piedra. Indiscutiblemente todos saben quién es David y Goliat. Durante la semana previa, mostraban notas en todos los medios de comunicación respecto de los distintos salarios que tenían los equipos, uno estaba pensando en vender a su goleador en casi $7 millones de dólares, y el otro simplemente pensaba en “tratar” de mantener en 0 el resultado.
El gran día llegó, el estadio nacional Julio Martínez estaba repleto de hinchas colocolinos, y los hinchas del “tino” hacían su esfuerzo para ser escuchados y mostrar que estaban jugando en su casa. Antes del pitazo era un espectáculo bonito, aunque lo contrastaba con la horrible cancha que dejó el “huracán Madonna” parecía que estaban jugando en el desierto, simplemente “asquerosa”.
Tras el último pitazo inicial de Rubén Selman como árbitro profesional, comenzó la primera final del clausura 2008. Los “blanco y negro” empezaron jugando con la experiencia que no se pone en duda, y el “tino” empezaba a tratar de anestesiar esta presión ejercida por el popular.
Al pasar unos minutos, comenzó el show de Selman, Lucas Barrios se cae en el área tras una falta clarísima del meta Felipe Núñez que merecía penal pero NO tarjeta roja. Además vinieron los reclamos de Roberto Bichara, el emblema de palestino, lo cual fue sancionado con la tarjeta amarilla que después le traería consecuencias con la segunda, en la segunda parte. Lucas como todos sabemos es un goleador, y anota en el primer tiempo.
A los 5 minutos del segundo tiempo, Palestino caía 1-0 y jugaba con 9 (tras expulsión de Bichara y Núñez) además con su arquero suplente que nunca había jugado en el clausura. Los de pedreros se vinieron con todo contra el arco del tino, sin marcar y con pocas ocasiones claras. Los de la cisterna optaban con el contragolpe que con su delantero estrella, Francisco Ibáñez, logran igualar el marcador tras una corrida de mitad de cancha dejando atrás al obeso Sanhueza (no se que hace en Colo-Colo) y al defensa nefasto que es Miguel Riffo. Luego vino el pitazo final dejando con el gusto de victoria a palestino y un trago amargo al Cacique, dejando aún con vida a “David”.
Palestino 1 – Colo-Colo 1
Lo que me encantó de esta final fue la garra que tuvieron los de la cisterna. A pesar de estar abajo en todo sentido, monetario, títulos, jugadores en la cancha hasta en el marcador. Con garra y ganas supieron sacar un empate con sabor a victoria, al deslucido Colo- Colo. Lo que no me agradó de “Goliat” es que se confiaron mucho, tanto así que su capitán Arturo Sanhueza denominó a sus compañeros de ser jugadores de “primer nivel”. Lo que deben tener es un poco de humildad y ver con objetividad su rendimiento. Además Barticciotto debe tener un poco de autocritica, y que no le eche tanto la culpa a los medios de querer tirarlos abajo, sino de que empiece a hacer las cosas bien y no se crea tanto el cuento.
Después de pensar que era una final fácil y tener un festín albo, se convirtió en uno palestino. David ya tiró la primera piedra ¿Podrá ganarle esta vez a Goliat?
De: FA